Porque mi mayor deseo es sentir, sentirme.
Volver a conectar con mi cuerpo,
bucear en las sensaciones que me da,
acompañar mis identidades,
ordenar lo invisible,
dar espacio a lo nuevo y soltar lo obsoleto,
permitir la metamorfosis,
echar raíces fuertes para de ahí expandirse con seguridad,
descansar en la contracción,
respetar mis estaciones,
recuperar la intuición,
brotar y florecer con confianza,
dialogar con mi naturaleza,
estar presente y conectar con mi conciencia,
jugar y disfrutar,
proyectar mi libertad,
elegir amar y amarme.